Hablemos de endeudamiento en las empresas: ¿es bueno o es malo?
¿Qué es el endeudamiento?
De acuerdo a la RAE, el endeudamiento es el conjunto de obligaciones de pago contraídas por una nación, una empresa o una persona. Hay millones de personas que lo han perdido todo, incluidas sus empresas, a raíz de deudas adquiridas que no se han podido pagar. Claramente esta una razón muy justificada para que las personas sientan miedo al escuchar esta palabra, pero en realidad el endeudamiento con el control adecuado puede llegar a ser la más noble de las herramientas cuando queremos financiar un proyecto nuevo, una línea de negocio existente o incluso cuando se quiere mejorar la rentabilidad de una empresa.
¿Cómo funciona el endeudamiento financiero?
El endeudamiento financiero tiene como objetivo estimar la relación entre la financiación de los activos con fondos propios y con fondos de terceros. Usualmente se busca que los activos sean financiados de forma mixta, pero con un mayor porcentaje de fondos ajenos, dado que la financiación por medio de terceros es más barata que con fondos propios de la empresa. A esto se le conoce como apalancamiento financiero, en otras palabras usar el endeudamiento de terceros para financiar una operación.
¿Por qué el endeudamiento con terceros es más barato que con fondos propios?
Cuando se pacta una financiación con un banco o una fuente ajena, la tasa de interés y el pago de la deuda se pactan de antemano, y no se considera el riesgo que tienen la evolución del negocio; si el negocio llegara a quebrar, estos son los primeros en recibir la retribución de la deuda.
Cuando el negocio es financiado solamente con fondos propios, la rentabilidad del capital es igual a la rentabilidad del negocio. En cambio cuando se financia con fondos propios y con deuda, la rentabilidad del accionista cambia. En otras palabras, en la medida que la empresa vaya aumentando su deuda en relación al capital, los accionistas deberían recibir una mayor retribución. Además, el accionista en caso que el negocio quiebre es el último en recibir dinero, por lo tanto se justifica que deban recibir un rendimiento sobre la inversión más alto.
¿Entonces es bueno o es malo?
Hasta este punto hemos aprendido que el endeudamiento es bueno e incluso necesario, ya que en la medida que una empresa adquiere deuda recibe el beneficio del apalancamiento en su estructura de capital, pero esto siempre y cuando el costo de la deuda sea menor a la rentabilidad de los activos.
Cuando el apalancamiento es mayor a la rentabilidad de los activos, hay otros costos relacionados que empiezan a aparecer debido a la exposición al riesgo que se llaman costos por insolvencia financiera. Es en este punto cuando el endeudamiento pasa a ser malo.
Un forma de ejemplificar el párrafo anterior es cuando se adquiere un préstamo o se abre una línea de crédito pero las tasas de interés son muy altas; esto provoca que el costo financiero de la deuda sea muy elevado, por lo tanto habría que destinar muchos recursos de corto plazo para financiar estos costos. Al final, disminuiría la liquidez y afectaría el capital de trabajo, por lo tanto lo que originalmente era una fuente para mejorar la rentabilidad termina siendo un costo por insolvencia financiera.
Por lo tanto, una deuda puede ser buena y mala; como se observó en el ejemplo anterior, si no se toma en cuenta la rentabilidad de los activos y la exposición al riesgo que esta deuda conlleva se puede incurrir en la pérdida del negocio. En el caso de un escenarios contrario donde se busque tener un endeudamiento medido y controlado; puede ser la “palanca ideal” para lograr hacer que su negocio crezca sin necesidad de ceder una parte de su empresa a otra persona.
Si desea encontrar formas en las que pueda incorporar el endeudamiento como una herramienta positiva para mejorar su negocio, asesórese con expertos en el tema.
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